« indietro IN SEMICERCHIO, RIVISTA DI POESIA COMPARATA LXV (2021/2) pp. 24-28 JON KORTAZAR BILLELABEITIA, JON KORTAZAR, La ideología política del poeta vasco Gabriel Aresti (1933-1975) (scarica il pdf) La importancia del poeta Gabriel Aresti (1933-1975) dentro del sistema literario vasco reside en la capacidad de haber modernizado tanto la poesía como la literatura en general en lengua vasca. Su obra buscó el acercamiento a la poesía social, que venía desarrollándose en la España de los años 50 y 60 de la mano de los poetas comprometidos políticamente, cercanos en su mayoría al Partido Comunista de España, y señaló un cambio con respecto al movimiento postsimbolista que mostraba su hegemonía en la poesía vasca desde los años 30, uno de cuyos puntales estilísticos consistía en utilizar un lenguaje purista para alejar la lengua vasca de su influencia castellana, lo que llevaba a que los textos fueran ininteligibles para el lector. En el ámbito de la literatura en general, la influencia social de Aresti, que escribió cuento, novela y mucho teatro, vino acompañada de una propuesta para manejar una lengua cercana al lector que se basaba en la utilización de la tradición de los escritores clásicos vascos del siglo XVII, con lo que el poeta se convirtió en un precedente de la lengua literaria unificada o euskara batua, es decir, la lengua de uso en la escuela y en la academia.
Su conciencia política comenzó a desarrollarse en su juventud. Gabriel Aresti provenía de una familia conservadora; su padre había sido concejal en el Ayuntamiento de Bilbao en 1924, elegido por la Hermandad maurista de ideología conservadora. Sin embargo, el poeta fue capaz de alejarse del ambiente familiar y desarrollar un pensamiento crítico contra las condiciones sociales y económicas del llamado franquismo sociológico, es decir, el que crearon aquellas personas, algunas cercanas al nacionalismo tradicional, que no aceptaban el sistema político franquista, pero se servían de sus condiciones económicas y sociales. El cambio de ideología política se acentuó en Aresti tras su matrimonio con Amelia Esteban, Meli, en 1960. La pareja cambió pronto de domicilio trasladándose de la casa paterna de Gabriel Aresti al barrio más popular en el que vivía la familia Esteban. El padre de Meli, Darío Esteban, una persona de fuertes convicciones comunistas, introdujo a Aresti en el ambiente populoso del barrio bilbaíno de Basurto en el que vivía y reforzó sus ideas de comunista ortodoxo. En comunicación personal, la hija de Gabriel Aresti, Nerea Aresti, ha recogido las impresiones de su madre, Meli: Sobre cómo se autodefinía, o cómo se percibía aita [padre] políticamente, creo que, efectivamente, antifranquista, con mayúsculas, también marxista e internacionalista, pero entre socialista y comunista creo que decididamente comunista. Pero ojo, vio muy críticamente la primavera de Praga, por ejemplo. Hablaba por otro lado de una Europa de los pueblos en la que el pueblo vasco tendría su sitio. Su visión era así de difícil encaje... […] Pero pensé entonces que, antes de responderte, estaba bien comentarlo con ama [madre], sin condicionarla, bocajarro, a ver qué me decía. Le transmití la pregunta sobre si se sentía socialista o comunista y no dudó: comunista. Me subrayó también que el PC fue el protagonista fundamental de la lucha antifranquista en aquellos años […] La gente que le rodeaba también era de esa línea, desde Ibarrola a Dionisio Blanco. Y hasta en referencias más caseras, mi abuelo Darío era un comunista incombustible. Este testimonio refleja la tradición familiar, pero abre la puerta a otro punto de investigación, a saber, las amistades de Gabriel Aresti en el Bilbao de los años 50 del siglo XX. Los amigos de Gabriel Aresti. La tertulia del café La Concordia Uno de los momentos en que Gabriel Aresti se da a conocer en el sistema literario bilbaíno tiene lugar en la tertulia del café La Concordia de Bilbao entre 1955 y 1962. Los primeros pasos del poeta en el mundo editorial los lleva a cabo en el sistema literario en lengua vasca por medio de la publicación de su obra y de sus traducciones en revistas literarias en lengua vasca de Latinoamérica y su participación en diversos concursos de literatura, de manera que en 1957 (comenzó a publicar en 1955) fue nombrado Miembro correspondiente de Euskaltzaindia, Real Academia de la Lengua Vasca en la actualidad. Así pues, Gabriel Aresti basculaba entre dos mundos culturales, el que se hacía en euskara y el de sus contactos en castellano en la tertulia del café La Concordia. Y de este modo lo comentó la escritora Sabina de la Cruz: «Parecía venir siempre de otros lugares, como si estuviera al mismo tiempo en dos zonas de difícil conexión». La investigación sobre la vida de Aresti en la zona de escritura en euskara está bien documentada, sin embargo queda mucho por investigar sobre el otro territorio, el que se desarrolló en castellano. En la tertulia del café La Concordia Aresti conoció y confraternizó con artistas y escritores muy cercanos al Partido Comunista, poetas e intelectuales como Vidal de Nicolás, Ángel Ortíz Alfau, Sabina de la Cruz, el jurista Antonio Jiménez Pericás, los pintores Agustín Ibarrola y Dionisio Blanco… Vidal de Nicolás (1922- 2016), que era un conocido comunista, ofreció este testimonio a Anjel Zelaieta, biógrafo de Aresti: Nere ustez, Martin Arrizubieta apaizak, orain Córdoban dagoenak, eta nik eraman genuen Gabriel marxismoarekin interesatzera. Gezurra badirudi ere, D. Martin izanen zen aurren haziak erein zizkiona. Eta marxista egin zen, baina «sui generis». Behinik behin, ez zuen uste marxismoaz kanpo euskal arazoentzat soluzio posiblerik zegoenik. [En mi opinión, fuimos el sacerdote Martín Arrizubieta, que ahora está en Córdoba, y yo quienes llevamos a Gabriel a interesarse por el marxismo. Aunque parezca mentira, fue D. Martín Arrizubieta quien en primer lugar sembró la primera semilla. Y se hizo marxista, pero «sui generis». No creía que hubiera una solución posible fuera del marxismo para el problema vasco]. Sea cierto o no lo que cuenta Vidal de Nicolás, y no tenemos por qué dudar de él, se puede suponer que en esa tertulia Aresti encontró a un grupo de amigos que le animaron a mantener su ideología. Blas de Otero, el reconocido poeta, aparecía de forma intermitente en la tertulia, pero su amistad con Aresti se hizo cada más intensa por otras razones personales. Por ejemplo, cuando vuelve a Bilbao en 1965 con su esposa Yolanda Pino, Gabriel Aresti lo acoge en su casa y son padrinos del bautizo de Andere Aresti, una de las hijas del poeta. Sus relaciones en el grupo de La Concordia están recogidas en las exposiciones de los recuerdos de los protagonistas, que a veces son confusos, o poco claros; por ejemplo no se refiere cuándo comenzaron las tertulias en La Concordia o durante cuánto tiempo asistió Aresti a las mismas. Se echa en falta una investigación minuciosa del momento histórico y de su desarrollo. Gabriel Aresti y la poesía política En 1961 Gabriel Aresti escribe un libro de poemas que muestra ya un claro cambio en su estética. En 1959 había publicado un gran poema simbolista, Maldan Behera/ Pendiente abajo, influido a la vez por los Evangelios y por Así habló Zaratustra de Nietzsche, donde compone la muerte y resurrección de un superhombre. Dos años más tarde, sin embargo, todo había cambiado. El 27 de marzo de 1961 la policía mata en un control a Javier Batarrita, amigo del poeta. La conmoción es tan grande que a él le dedicará el poema Euskal Tragedia [Tragedia Vasca] incluido en un libro ferozmente antifranquista que Aresti proyectaba en ese momento. Su título era Zuzenbide Debekatua [La Justicia prohibida], presentado a un premio literario que no gana. El dolor de Aresti es tan grande que en el libro resuena una voz poderosamente contraria al sistema político de Franco. Pero el poeta era consciente de que el libro era de imposible publicación y en ese momento histórico solo se pudieron publicar muy pequeños fragmentos. Poesía social Tras ese paso por la poesía política, Gabriel Aresti presenta en 1962 el libro que titula Mailu batekin, Biola batekin [Con un martillo, con una viola] (Aresti 2016) al premio Lizardi de la Academia de la Lengua Vasca. Este libro, que ha sido recuperado cuarenta y dos años más tarde, muestra ya las preocupaciones comunistas de Aresti. No ganó el Premio, pero en 1965 lo volvió a presentar y esta vez resultó ganador. En este punto es necesario hacer un inciso, porque en ese momento divergen los tiempos de escritura y el tiempo de publicación de su obra. Mailu batekin, Biola batekin se componía de 31 poemas y es el germen de uno de los libros clave de Aresti, Euskal Harria/ Piedra Vasca que se publicó en 19679 . De hecho, cuando lo presenta al concurso por segunda vez lo llama Euskal Harria eta beste 30 poema [Piedra Vasca otros 30 poemas]. En 1967 sale a la luz Euskal Harria eta beste 119 poema [Piedra Vasca y otros 119 poemas] lo que indica que el libro constaba de 120 poemas. La censura solo permitió la publicación de 60, con lo que el libro se dio a conocer de manera muy parcial. Paralelamente, Gabriel Aresti preparaba la publicación del libro Harri eta Herri / Piedra y Pueblo, que aparece en 1964 y que, sin haberse dado a conocer el libro de 1961, se considera el primer libro del ciclo social en la poesía de Gabriel Aresti. Este libro no tuvo problemas con la censura y el autor pudo publicarlo tras ganar un premio en 1962. En él es evidente la conciencia social de Aresti, sobre todo su denuncia de la dura situación de los emigrantes en el País Vasco que vivían en chabolas en terrenos muy cercanos al centro de la ciudad (en el lugar en el que hoy está el Museo Guggenheim Bilbao), componiendo una imagen desastrosa de la justicia social del franquismo. La corriente comunista e internacionalista de Aresti apareció en 1961 y se mantuvo en 1967, fecha de la publicación de Euskal Harria, y en Harrizko Herri Hau / Este Pueblo de Piedra, de 1970, donde se recogen poemas que la censura prohibió en 1967 pero que ya estaban en la versión de 1961 y que por ello se editaron fuera del contexto histórico en el que fueron creados. Las referencias marxistas se encuentran en un poema dedicado a Marx, en el que se realiza un contrafactum de la redacción del Evangelio sobre el nacimiento de Jesús: Eta zu, Treberis, benedikatua izanen zara munduko hiri guztien artean, zure sabeletika jaioko baitda… Y tú, Tréveris, serás bendita entre todas las ciudades de la tierra, porque de tu vientre nacerá… O en un juego de palabras con el sentido común puesto en boca de Fernando, un personaje convertido en un estereotipo del saber popular: FERNANDOREN EGIAK Nire bihoca ezkerrean dago eta bertako odola gorria da. VERDADES DE FERNANDO Mi corazón está a la izquierda y su sangre es roja. O en un poema en el que relee el mapa del urbanismo de Bilbao, se fija en el sentido político que tienen el nombre de sus calles y reniega de aquellos que pudieron construir una sociedad injusta, destacando, en cambio, aquellos nombres que dan lugar a la esperanza de un tiempo nuevo: Autonomia Adiskidetasuna Bakea, Libertatea, Foruak, maitatu ditudan gauzak, Urkijo ministroa, Gardoki kardinalea, Mazarredo almirantea, Egia jenerala, Arrikibar ekonomista, higuindu ditudan gizonak. Autonomía, Amistad, Paz, Libertad, Fueros, las cosas que yo he amado, ministro Urquijo, cardenal Gardoqui, almirante Mazarredo general Eguía, economista Arriquíbar, los hombres que yo he odiado. En el poema Aialako Konterria/ El Condado de Ayala –lugar en el que se situaba una fábrica en la que trabajó el poeta– ya escrito en 1961, pero publicado en 1970, Aresti denuncia con firmeza el sistema capitalista que lleva al trabajador, al obrero, a la desesperación. Citamos unos pocos versos de un extenso poema: Konterri honetan gizonak asko sufricen du, lanean hari da gogorrik. En este condado el hombre sufre mucho, trabaja duramente. O una mención a la explotación del hombre por el hombre en un poema dedicado a la zona minera de Vizcaya, con su extracción del hierro: eta azkenean gizonak gizona esplotazio bat, munduak parerik ezagutu ez duena... Y al final una explotación del hombre por el hombre que el mundo no ha conocido otra igual. No se olvida, tampoco, Aresti del homenaje a sus amigos que sufrieron prisión. Sobre todo se acuerda del pintor Agustín Ibarrola, encarcelado por tres años y a quien dedica un poema en el libro Euskal Harria/ La piedra vasca, que se tituló Hiru urte luze/ Tres largos años : Hiru urte luze. Eta zu gabe Bilbao Asko tristatu da. Tres largos años Y sin tenerte Bilbao Se ha entristecido mucho. A su amigo pintor le dedicó también la tercera parte de la edición original de este libro, la que no tocó la censura y se pudo publicar en 1986: una sección escrita originalmente en castellano con su traducción al euskara. Además, en la poesía de Aresti existe una mención explícita a varias revoluciones socialistas. La más importante, para el imaginario del momento, fue la de Cuba, pero el poeta estaba atento a la situación internacional. En Harri eta Herri / Piedra y Pueblo es fundamental la visión sobre la situación en el País Vasco y en España, con referencias a la situación capitalista de manera general, por medio de poemas que se resuelven a la manera de aforismos con un sentido general, como éste: Munduan Gauza bakarra dago Erosten eztena: Dirua. En el mundo Hay una sola cosa Que no se compra: El dinero. Las referencias a Cuba también son generales, y en un momento se llama a un amigo «tovarich». En Euskal Harria / La piedra vasca las referencias son más continuas, sobre todo en el poema Pater Noster donde Aresti hace un recorrido por los conflictos mundiales y reza un Padre Nuestro por los muertos por «los bastardos soldados americanos» en Indochina o el Caribe, por los muertos blancos ajusticiados por el Ku Klux Klan, por los lubas asesinados por Tshonbe, por los poetas muertos en la Guerra de España. Lo curioso es que en una de esas oraciones se defiende un régimen socialista, el de la RDA, porque escribe Aresti: Patr Noster bat Errezatu behar dut Berlineko muraila Iragaiten Hilcen diren Pederasta eta lapur eta erale eta nazi guztiengatik. Un Padrenuestro Por Todos los pederastas y ladrones y asesinos y nazis Que mueren Al pasar El muro de Berlin. Final Cuando en 1970 Gabriel Aresti publica Harrizko Herri Hau / Este Pueblo de Piedra, mira hacia atrás y define el camino que realizó en sus libros: Lehen protestatu, / gero kontestatu, / orain detestatu / egiten dut. Primero protesté, / después contesté, / ahora detesto. Esa fue la evolución que el poeta llevó a cabo en su clara denuncia del régimen de Franco en busca de un mundo mejor, donde la justicia y la igualdad fueran para todas las personas. ¬ top of page |
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